La iglesia es el experimento social de Dios que cambia el mundo, sentando a personas diferentes a la mesa, para compartir la vida como un nuevo tipo de familia. Mostrando lo que el amor, la justicia, la reconciliación y la vida juntos están diseñados para ser. #IglesiaRelacional

La iglesia es una comunidad de contrastes, y es también la escuela de amor de Jesús. Así fue desde el principio, cuando la iglesia se reunía como una familia, más allá de sus diferencias. Viviendo incómodamente en comunidad unos con otros, aprendiendo a ser uno en medio del poder de la transformadora presencia de Jesús en medio de ellos. La iglesia no es un grupo de personas que creen todas las mismas cosas. Es un grupo de personas atrapadas en la misma historia, con Jesús en el centro.

Debemos compartir la vida juntos, lo más cerca posible, y por un largo periodo de tiempo, como para enojarnos, ofendernos y practicar el perdón verdadero. Tenemos que pasar el suficiente tiempo juntos como para experimentar molestia por las irritantes diferencias, y así llegar por fin a aceptarnos mutuamente de una manera genuina. La Iglesia es el cuerpo de Cristo vivo, quebrantado y resucitado, compuesto por personas reales de carne y hueso. Es ese lugar donde compartimos con gente a la que no escogimos y que podrían no caernos bien, pero que seguramente en el trato continuo nos llevarán a crecer y a madurar en el amor mutuo.